miércoles, 3 de agosto de 2011

Una mañana ella se despertó de un golpe, con el nombre de su chico en la cabeza. Recordó toda su historia, una dura pero feliz historia. Esa mañana supo que tenía que demostrarle todo, todo lo que sentía, todo lo que daría por él. Aquella mañana se dio cuenta de todo lo que podía echar de menos si él desapareciese de su vida. Para ella, él era la persona que la complementaba, era su apoyo más grande, por decirlo de alguna forma. Él sabía como actuar en el momento oportuno, sabía cuando necesitaba un abrazo, un beso, o simplemente hablar.
Ella no asimilaba lo que podría dar de si esta relación, no se daba cuenta de que podría ser la persona perfecta para toda la vida, pero lo es.

No hay comentarios:

Publicar un comentario