domingo, 12 de junio de 2011

Una pasión.

Una pasión, y un final.
Todo tiene un fin, pero no tiene porque ser el deseado. Para mi esta pasión, la gimnasia rítmica, era una forma de vida. 
Podía tanto como animarme, como hundirme. Adoro ir a competiciones, me encanta los nervios que siento viendo a mis compañeras, pero odio los mios cuando nos tocaba salir a nosotras. 
Para mi era una forma de desconectar de desestresarme, de divertirme, de disfrutar con las grandes personas que me llevo de este deporte.
Es un deporte tan difícil, tanto trabajo y luego tantas injusticias.
Es un deporte lleno de elegancia, de mucho manejo, de carácter, aparte de agilidad y flexibilidad.Es un deporte perfeccionista, ya que cada pequeño detalle cuenta, tiene técnica, mucha técnica y muchas lesiones.

Que pena me da dejar el tapiz, que pena abandonar algo tan grande, aunque ahora espero verlo desde otra perspectiva pero nunca abandonar este GRANDIOSO DEPORTE.

No hay comentarios:

Publicar un comentario